
Se acerca el 4/10, mi fecha de caducidad.
Después de "18" años en España, me marcho a otro país, a vivir una experiencia que probablemente cambie mi forma de ser y actuar. He tratado de no pensarlo, simplemente disfrutar y valorar el dia a dia de este ultimo mes, que casualmente a sido el primer mes completo que he pasado en la cuidad donde me criado desde hacía mucho tiempo.
Ha sido un mes perfecto de trabajo nocturno, y disfrutar de buenas compañias por las tardes... y después de reencontrarme con mi Bilbao, toca despedirse, sin saber cuando volveré a pasar 30 dias seguidos aqui, sin saber si todo seguirá igual.
Hace tiempo aprendí que no se puede vivir del pasado, ni pensar en lo uno ha sido y recrearse en ello; aprendemos del pasado, hay que valorar lo vivido, pero seguir a delante sin mirar atrás, sentimientos y vivencias albergados en recuerdos y fotografías que hay que hay que evitar añorar, pues nos hacen creer que seguimos siendo alguien que probablemente ya no seamos.
Lo mismo ocurre con el futuro; vivimos angustiados e inquietos por un futuro que simplemente podemos intuir pero nunca acertar, lo que nos crea miedos y nos altera el estado de ánimo y la forma de afrontarlo.
Por eso mismo yo decido vivir en el presente, valorar lo que vivo en el propio momento, disfrutar de cada conversación, de cada anécdota y situación.
Ahora, mi traslado a Italia forma parte de mi presente, pero no tengo miedo, sea lo que sea, no hay vuelta atrás, una decisión que tomé en su momento sin pensarlo apenas, ahora toma forma y se convertirá en una vivencia más, un recuerdo del que aprender y exprimir al máximo. Una ocasión perfecta para disfrutar conmigo mismo de aventuras que ahora mismo no quiero ni pensar como serán, pero que intentaré plasmar en este sitio con la intención de valorar lo que me ocurra cada dia, y de compartirlo con aquellos, que aunque estén lejos y formaron parte de mi pasado, confío que cotinúen haciendolo en el presente y futuro.