
Todo tiene una primera vez; el primer diente, los primeros pasos, palabras... y según vamos creciendo, el primer dia de clase, los primeros amigos, primer amor y desamor, la famosa PRIMERA VEZ con mayusculas. Todas las primeras experiencias nos vas marcando, y los miedos con que las afrontamos nos delimitan muchas veces a ser libres en nuestras reacciones. Y después de esa primera vez, viene una segunda, una tercera... hasta q sin darnos cuenta todo se puede convertir en rutina.
Yo intento luchar contra eso, que cada vez q hago algo, aunq ya lo haya hecho anteriormente, afrontarlo como una nueva situación, con las ilusiones a flor de piel y la ingenuidad propia de un novato; con la única intención de mantenerme expectante a lo q sucederá cada dia, sin dar por supuesto nada, ya que cuando das por supuesto algo y no resulta, vienen las decepciones. Vivir así es romper con la rutina a diario, saborear cada nuevo detalle en cada momento, como un niño (mi síndrome de Peter Pan).
Acabo de vivir mi primera semana en Italia, no es la primera vez q me voy a vivir fuera de casa, eso ya lo viví hace algo mas de dos años, pero si está siendo de nuevo una vivencia vital de la q aprender. Sin ningun tipo de ayuda gubernamental, ni academica, estoy logrando hacer todos los papeleos, carnets, y demás cosas necesarias. Buscando por mi cuenta como hacerlo con la gran dificultad de no enterder el idioma y con casi todo en mi contra, pero con unas tremendas ganas de sacar esto adelante q me hacen mantener la alegría.
Mentiría si diria q no hecho a nadie de menos, pero eso, a pesar de lo q pueda parecer, me hace feliz; porque sigo sintiendo.
Y después de mi momento reflexivo, decir q todo sigue genial, aunq la busqueda de piso para abandonar la residencia está muy dificil, pero ya me voy acostumbrando a esto, y hay un momento, q es mejor decidir q este será mi sitio, y empezar a organizarme, q seguir sin saber donde vivir. Esto tiene su lado divertido!