Bueno, bueno... menudo viaje más caótico el de este fin de semana a Florencia y Pisa. Compramos el billete en el tren rápido para amortizar el día, y el hijo puta el tren llegó con un retraso eterno. Vueltilla por Florencia... y ¿dondé está aquí lo interesante? No lo sé, en serio, es una ciudad como otra cualquiera, pero más cara y con más gente en calles estrechisimas, mucho trafico y mucho inmigrante dando la chapa. Encontrámos el sitio de la foto, un museo con todo propaganda en la puerta del David de Miguel Angel, pasamos por el arco de seguridad, pagamos la entrada dejamos las mochilas, todo esto en cola interminable... entramos a donde están las cosas expuestas, damos mil vueltas y más buscando las pelotas de ese tio, y con incertidumbre le pregunté a una pava ¿Dondé está el David?...mirada extraña de la mujer, y responde "En la Academia,en la otra zona de la ciudad". Flipante, publicidad engañosa en la puerta para pagar y ver un museo lleno de hombres sobeteandose!...en fin, q muerto de la risa (y de la verguenza de la ignorancia) pusimos rumbo al verdadero.
De mientras, comimos en un restaurante donde el camarero en vez de servir, lanzaba a mala gana las cosas, y cayó el correspondiente helado multisabor. Entramos a ver la estatua esta (volviendo a pagar), y Ohhh, la verdad q mola. A mi no m gusta nada el arte antigüo, pero joder está muy bien, es enorme, y la historia y todo, nose...mereció tanta guerra para verlo. Después otro helado, compras y buscar el hotel. En fin, comprensiblemente el hotel había estado a lado nuestro todo el tiempo, pero nosotros dimos un rodeo a Florencia buscandolo... jeje, acojonatemente descarada la mala coña del viaje. Pero a pesar de eso, yo me reía de cada cosa subrealista, incluso me busqué un hobby: indicar a la gente donde estaban las cosas. Me debieron ver con cara de Florenciano porque me preguntaba todo el mundo donde estaba la estación, y yo, para no defraudar, les enviaba a un sitio q me inventé!jeje, comprobado después q la dirección era la correcta (soy un cremas!).
El hotel, la ostia, por 15€, había piscina, jacuzzi, baño turco, y lógicamente hab con cama. El desayuno también perchis (es la cadena Hostal Plus, recomentada). Para cenar fuimos a un japonés (expreso deseo de Dani). Yo de esas cosas crudas y algas, nada de nada, así q me pedí spaghettis. Oye, me sacan una sopa con la pasta hundida, pero... deliciosa es poco. Me subió un cosquilleo orgasmático comiendolos, ¡por dios!, q rico.
El domingo, madrugar para ver más de la cuidad, pero llovía tanto q la opción ha sido ir a Pisa. Tren, llegada, caminata...mil fotos sujetando, empujando, posando, cagando la torre y a comer. Después, otra vueltilla por la cuidad (muy pequeña pero guapa) y a la estación con intenciones de volver; pero no todo podía ser tan fácil, y el tren no llegaba hasta dentro de 4 horas, y el viaje duraba otras cuatro. Horrible y agónica espera en la estación. Y según avanzaba el tiempo, más mendigos nos rodeaban, hasta el punto q justo antes de salir el tren estabamos nosotros y todo mendigos alrededor, pero parecian majetes!Otras tantas horas sentados en el tren regional de los webs, y por fin, domingo a las 23.00 en la residencia de nuevo, con lluvia, frío, nieve y clima de domingo-noche. Pero eso sí, el resumen del viaje, positivo!