Nada sería igual si el Erasmus no habría sido aquí, en la Franciscanum, con toda su gente, sus intríngulis, sus vietatos...
Después de un domingo horizontal, y un lunes parsimónico para recuperarme de mi horizontalidad, el martes no podía ser estresante, así q otro día tranquilo.
La intención era buena, de ser productivo, pero al llegar a clase a las 8.30 he tardado 10 minutos en distraerme con Mo y con Fede, y ya sin vuelta atrás, hasta el final de la clase sin hacer nada. He intentado hablar con la mujer q lleva aquí los Erasmus (toda una mujer-ogro), pero no estaba, y mejor porque me da miedo.
Luego con Mo y Laura, hemos ido a q Mo pille el bus, y con ella hemos estado una horilla de risa, la pobre decía q lo único q sabía bien de español era "te voy a comer el coño", jeje, y lo peor de todo q ella pensaba q se refería al aparato masculino en vez de al femenino. Un poco de piscinita, y para recuperarse del esfuerzo, una comida con una sobremesa de, por lo menos, tres horas, hablando con algunos italianos de la residencia de chorradas, aventurillas sexuales frustradas y demás temas típicos de una sobremesa.
Por cierto, ayer estubimos hablando con una rubia Belga nueva, q nos acercamos a ella para integrarla un poquillo. Y bueno, eramos dos españoles (con conocimientos de inglés) y un italiano (profesor de inglés), pues imposible hablarle en inglés, fue el descojono porque por más q lo intentáramos, no nos salía; y la pobre no sabe aún italiano.
Bueno, y aunque te con una pachorra de la ostia, sigo avanzando con el proyecto, q ya está en una buena fase.