
Este finde lo llevaba planeando desde Enero! Visita sorpresa a Ana, mi chica prefe.
Aún resacoso de la fiesta de la resi, cojí el Polo para ir al aeropuerto el viernes al mediodía (a toda ostia porque iba con el tiempo justo), llegé, monté, despegamos, aterrizamos en Santander, el crack de Andoni estaba allí para llevarme a Bilbao, me soltó en casa, subí, me cambié, a toda ostia al metro y ... después de tanto ajetreo ... llegé a la parada de Areeta, 21.30 y Ana estaba allí esperando a su amiga Elena supuestamente, pero realmente la cita era conmigo, aunque ella no lo sabía.
Para darle más emoción y q no me viera, y así poder acercarme por detrás y agarrarla; decidí subir en ascensor y eso, sorprenderla por detrás. Buff, casi me quedo allí encerrado porque se bloqueó, y yo mientras tocaba los botones para q arrancara, me tapaba con la chaqueta para q no me viera porque el ascensor es de cristal. Pero al medio minuto volvió en sí y sin más sobresaltos ... "¡Hola Ana!", con su correspondiente cara de "tu estás a 1400kms, esto no puede ser", pero después ya vino la asimilación, y la alegría. Joder tenía yo un montón de nervios.
Coincidimos a cenar con Elena, q se había encargado de engañarla, y con su chico Josu. Agusto cenando porque hacía tiempo q no les veía, Ana estaba a lado ... era un poco irreal pero la ostia.
Y bajo una luna perfecta, unas estrellas perfectas, un mar perfecto, y una compañia archi-perfecta, mi colegi me llevó a un bar royo-surfer muy guapo a lado del mar, y a las tantas ya me soltó en casa, después de haber vivido unas horas tan cojonudas q al recordarlas me parecen irreales. Noche mágica, inesperada y extraña.
Sábado tranquilamente en casa, jugando a la Wii con mi hermana, viendo una peli, y luego ya a tomar algo con Andoni previo a subir a tomar alguna otra cosilla en el bar donde había quedado para leugo ir a la Fever. Mazo ilu q vinieron algunos de los Ibicencos también y de risas; y junto a Sari, Marta and company para la discoteca. Una cola del horror, y por una casualidad pillamos algunos entradas justo segundos antes de q se completara el aforo. Por puta mala suerte Marta, y Julen y Cheto q vinieron justo en ese momento, sin entradas. Ya la noche no sería lo mismo ... un mes y medio esperando y ya la estabamos cagando. La verdad q me lo pasé bien dentro, pero faltaba gente q me apetecía. Una buena noche, pero para un finde normal, no para un finde de 1400kms de viaje. Pero cojonudo, q ya es quejarse de vicio y haber esperado la noche perfecta. Tampoco vi mucho a Ana esa noche, cosa q me jode pensar, y q es por mi mala organización cerebral.
Y ya, yegó el temido domingo 15, fecha del billete de vuelta a Italia. Un sol acojonante, así q a las 10 de la mañna ya en pie, después de vovler a las 6 y pico, y a hacer algunas fotos por Bilbao para un trabajo, a pintar en el Hotel Bilbi algunas movidas q tenía q hacer, a visitar a parte de la family, y ya, de vuelta para Santander otra vez bajo la condución de Andoni, q se ha portado de PM trayendome y llevándome.